En 1º de bachillerato de humanidades y ciencias sociales se ha propuesto la LA CAÍDA DE LOS GIGANTES como lectura complementaria del segundo trimestre.
Es verdad que el libro es denso y largo, y que, aparentemente, parezca inabarcable, pero nada más lejos de la realidad, puesto que Ken Follett nos embarca en un viaje que comienza a principios del siglo XX y termina, dos libros más tarde, en nuestros días.
en este primer libro de esta trilogía vamos a conocer a una serie de familias de toda condición, desde el más humilde servidor hasta el aristócrata, pasando por el obrero ruso y el burgués alemán- En claro estilo Follett todos los personajes (que son bastantes) protagonizarán la Gran Guerra y la Revolución Rusa, dejando numerosas puertas abiertas para continuar la historia.
Nada del primer tercio del siglo XX escapa a las letras del autor, que nos invita a participar de la vida íntima de sus familias y de los acontecimientos históricos que han marcado el siglo XX".
Carmen Arévalo Cáceres,profesora de Ciencias Sociales del IES Guadiana, de Villarrubia de los Ojos.
miércoles, 30 de enero de 2019
¿QUIÉN TE HIZO LLORAR, MI NIÑA? de
Olive Ka
Olive en el personaje de Lucía nos
narra cómo ha sido su vida en Rwanda, como su madre, de etnia Hutu, ciegamente
enamorada se casó con su padre de la etnia Tutsi y esto en los primeros años no
les supuso ningún problema pero a medida que el alcohol y la desidia fueron
formando parte de la vida de su marido todo se convirtió en reproches y
maltrato. Hasta que su padre fue asesinado por la etnia de los Hutus como
resultado de un conflicto armado y la consiguiente muerte del presidente de
Rwanda. A partir de este momento apareció el miedo a perder sus propias vidas
sufriendo situaciones muy tensas y graves. Fueron años muy duros viviendo en
continuo miedo y temor a la muerte.
Cuando pasó la guerra, un tío de Lucía
que era sacerdote fue destinado a España y pasados unos años la madre de Lucía
decidió mandarla a este país acompañada de uno de sus hermanos. Al principio
Lucía no quería separarse de su madre porque estaba temerosa de lo que podría
encontrarse, ya que había sufrido mucho y se había vuelto muy desconfiada. Poco
a poco fue encontrando su sitio y adaptándose a la nueva situación sin olvidar
los peligros, miedos y temores sufridos.
Esta es una historia que nos hace
recapacitar acerca de las ventajas con las que contamos en el mundo desarrollado.
Como todavía en el siglo XXI existen países donde el pertenecer a una etnia u
otra puede condicionar tú vida y sobre todo nos hace reflexionar sobre el
enorme machismo que aún existe.
Beatriz Díaz del Campo Aranda, profesora de Física Y Química, IES Guadiana, Villarrubia de los Ojos
lunes, 28 de enero de 2019
JON SAVAGE: Teenage. La invención de la
juventud 1875-1945
Jon
Savage, periodista experto en subculturas juveniles, explora en Teenage. La invención de la juventud
1875-1945 un fenómeno que transformó la edad contemporánea, la emergencia de
la juventud como etapa diferenciada de la niñez y del mundo adulto. Es un libro
por el que deambulan bandas de gamberros juveniles, Boy Scouts, románticos carne
de cañón en la Gran Guerra, los flappers de los locos años veinte, los rebeldes
del swing alemanes o las militarizadas Juventudes Hitlerianas.
Jon
Savage presenta brillantemente el origen de la juventud, sus contradicciones,
sus fantasías, sus realidades, pero también los muchos y variados intentos por
exaltar o por mantener el control de esta etapa efímera y transitoria. Por las
páginas del libro pasan adolescentes reales que tratan de entenderse a sí
mismos y a su mundo, a la vez que movimientos políticos que sólo buscan
instrumentalizarlos al servicio de una idea de patria o de nación.Se explica cómo
se aprovechó su pujanza y su idealismo en los diversos conflictos sociales o
bélicos de la primera mitad del siglo XX. Un libro, en fin, imprescindible para
entender la juventud y su papel en la contemporaneidad.
Jesús Tomás Vallejo Cañadilla, profesor de
Geografía e Historia en el IES Guadiana.
miércoles, 23 de enero de 2019
SE ARMÓ EL BELÉN
SE ARMÓ EL BELÉN (2017)
En
clase de 1º ESO. de Religión Católica hemos visualizado esta película de 2017,
dirigida por Timothy Reckart. Presenta con fidelidad el relato evangélico y con
un humor digno de las mejores obras de animación. Se armó el Belén {The
Star} cuenta en clave infantil el camino que siguieron Melchor, Gaspar y
Baltasar siguiendo la estrella que señaló la posición del portal de Belén. Es
la apuesta de animación de Sony para mostrar a los más pequeños el hecho más
celebrado de la Historia.
Recrea
de forma muy divertida el Nacimiento
de Jesús a través de la historia de Bo, un burrito pequeño, pero valiente, que
anhela una vida más allá de su rutina diaria en el molino del pueblo. Un día
reúne el coraje necesario para cumplir la aventura de sus sueños. En su viaje
conocerá a Ruth, una adorable oveja que ha perdido su rebaño, y a Dave, una
paloma con grandes aspiraciones. Durante su camino, en el que siguen una
Estrella muy especial, encontrarán además a tres camellos y a otros excéntricos
animales. Todos ellos se convertirán en los héroes no reconocidos de la primera
Navidad.
Los alumnos se interesaron desde el principio y se
lo pasaron fenomenal. La relacionamos con lo que nos cuentan los evangelios de
Mateo y Lucas sobre la Natividad de Jesús y reflexionamos, de forma oral y escrita, sobre
ella. Dibujamos y coloreamos distintas
escenas, permitiendo darle otra visión de este acontecimiento tan importante
para los cristianos.
Los Evangelios Canónicos son cuatro: Mateo, Marcos,
Lucas y Juan. Se encuentran en el Nuevo Testamento, que es la parte de la
Biblia que cuenta desde el Nacimiento de Jesús hasta la vida de las primeras
comunidades cristianas.
En clase de Religión Católica potenciamos el
conocimiento y lectura de nuestro libro sagrado y por ello, esta película ha
sido introducida por la lectura de la parte de los Evangelios que narra el
nacimiento de Jesús.
Os animo
a ver la película y sobre todo, a leer la Biblia.
Conchi
Torija Rodríguez de Liébana, profesora de Religión Católica del IES. Guadiana
domingo, 20 de enero de 2019
Calendario de sombras, Pedro
A. González Moreno, Colección Visor de Poesía, 2005
Buscando poetas de esta zona
geográfica, me he encontrado con Pedro A. González Moreno, un escritor natural
de Calzada de Calatrava, compañero de profesión y a quien recordaba, no
obstante, por su faceta de narrador – fue Premio de Novela Café Gijón 2017 por
su relato La mujer de la escalera -.
Aunque había publicado
anteriormente otros tres libros de poesía, Señales de ceniza (1985), Pentagrama para escribir silencios (1986)
y El desván sumergido (1997), es con esta obra que quiero
comentaros con la que comienza su periplo por el mundo de los premios
literarios, nada más y nada menos que recibió el decimoctavo Premio Tiflos. No
es que un premio literario te asegure la calidad de lo que vas a leer pero, en
este caso, he de decir que Calendario de sombras ha cumplido todas las
expectativas sobre lo que debe ser un gran poemario. Desde su estructura hasta
la selección de imágenes y figuras retóricas, Calendario de sombras no
tiene desperdicio. Como bien adelanta el título, Pedro A. González Moreno se
propone recopilar entre las páginas de su calendario personal todo aquello que
ha escapado, siguiendo su rastro y su huella. Si es un conjunto de poemas de
amor, lo es también por lo que éste significa de pérdida existencial. Pero, en
él, no hay dramatismos. Eso es quizás su mejor regalo, la capacidad de entonar
de forma serena cada una de las heridas para convertirlas en un territorio
tangible gracias a la escritura.
(20)
Escribiré el
silencio
y le pondré tu
nombre cuando pueda
el dolor
escribirse.
Será una carta
breve, tal vez de esas que nunca
se terminan del
todo, pero en ella
estará el mundo
escrito,
y su única página
la mandaré doblada
con bordes de perfume
lo mismo que un
pañuelo
donde alguien ha
guardado la mitad de su vida. […]
La primera parte se inicia con
una cita de Francisco Brines. “He aquí el ciego, que sólo ve la vida en el
recuerdo”. González Moreno se ocupa de las hojas del calendario que -como dice
en “Portada”- “nunca, aunque se arranquen/ acaban de caerse por completo,/
hojas que siempre dejan/ su huella irrellenable en las paredes,/ hojas que
continúan estando ahí, grapadas/ a la cal o a la carne”. Esta idea de la carne
y el cuerpo como lo material donde permanece la memoria es constante en las
composiciones iniciales, porque “el cuerpo es un huésped/ que llega tarde o
pronto, nunca a tiempo, a la cita/ y anda siempre vagando, como un
superviviente,/ de unos trajes a otros, de unos brazos a otros,/ por ahí por
las calles invernales del mundo” (3) o como aclarará en otro poema “la carne es
como un traje/ cortado a la medida de los recuerdos”.
En la segunda parte, utilizando
como pórtico los últimos versos de la rima LII de Bécquer, el poeta profundiza
en el dolor de la ausencia: “¿Cómo decir que dentro de un armario es
noviembre,/ o que en esa intemperie que es la luz sin tus ojos/ casi siempre es
invierno y anochece deprisa?”.
Y por eso es
invierno fuera de ti, por eso
hay escarcha en
mis manos,
que querrían ahora
tocar- si se
pudiera- tu memoria,
ser tan sólo una
sombra vagando en tus recuerdos
y ver el mundo
desde ti, tocarlo
desde ti; ser tan
sólo
un oculto destello
de la luz con que miras.
La última parte se abre con una
estrofa de J. Keats que anuncia esa esperanza última de la luz sin la que
ninguna sombra puede contemplarse, esa luz ínfima y fantasmal del recuerdo.
[...]El día que me
toques con tus dedos de escarcha
no me traigas las
sombras
que codiciosamente
fui coleccionando
sin saber que no era
como un álbum la vida.
Tráeme tan sólo un
trozo de aquella tierra
donde seguir
creciendo, tráeme un poco
de aquella agua y
un vaso
repleto hasta los
bordes de aquella luz más clara.[...]
Merece la pena
detenerse en leer y reflexionar sobre lo que expresa Pedro A. González Moreno
en Calendario de sombras. Porque es seguro que el que más o el que menos
lleva a cuestas esos restos del amor o de la ausencia, del tiempo vivido que
solo la memoria puede recuperar -aunque nos duela-.
© Antonia Huerta Sánchez,
profesora de Ámbito Lingüístico-Social, IES GUADIANA
Con esta primera entrada al blog,
os quiero animar a todos a acercaros a la poesía. Hace unos años leí un
documento de la UNESCO titulado Leer y escribir poesía (París:2005) en
el que su coordinador Richard W. Halperin animaba a los profesores de secundaria
a incentivar la creatividad de los alumnos a partir del trabajo poético. Creo
que la poesía -en todas sus manifestaciones- es una oportunidad para aprender a
explorar el mundo y explorarnos a nosotros mismos. Os advierto de que, si me
pongo pesada, toda la culpa la tienen los versos. Porque sin ellos, no entiendo
el mundo; porque un solo verso puede transmitirnos la alegría o el dolor ajeno
como si fuera nuestro. Pienso que, en esta sociedad tan mecanizada e
impaciente, necesitamos palabras que nos lleguen no solo a la razón sino que
construyan nuestro universo afectivo, palabras en las que nos detengamos para
saborearlas como si fuera la primera vez que las escuchamos. Por eso, hay que
desterrar el estigma de que la poesía no se entiende. No busquemos en ella esa
clase de entendimiento que podemos gozar en una novela, en un ensayo o en una
representación teatral. La poesía, como otras artes, conecta con lo más íntimo,
nos permite ver de otra manera, nos da otros ojos con los que “comprender”.
Os propongo esta vez la lectura y
el disfrute de Hierro ilustrado, una antología de la mejor producción
lírica del poeta José Hierro arropada
además por sus propios dibujos, grabados y acuarelas. La publicó Nórdica
en el año 2012, décimo aniversario de la muerte de Hierro y noventa de su
nacimiento, con una selección que realizaron Julieta Valero y la nieta del
poeta, Tacha Romero Hierro. La obra contiene cincuenta y nueve composiciones
que abarcan desde su libro inicial Tierra sin nosotros (1947) hasta Sonetos
escritos en 1999. Pepe Hierro, como lo llamaban sus amigos, nos muestra una
interesante fusión del poder expresivo de la palabra y la pintura. En “Tierra
sin nosotros”, la desolación del poeta se expresa mediante imágenes de
alienación ante el mundo que lo rodea, la naturaleza que palpita y continúa
frente a un yo paralizado: “¡La tierra sin nosotros! / ¡Qué cansado parece/mi
pie!¡Qué doloroso/fluir del tiempo vivo/desangrándose a chorros!/ Parecen hoy
las cosas/ más irreales, como/ formas de otro planeta/ que vive sin
nosotros[...]”. La acuarela que acompaña
al texto refleja esa misma desolación, es un paisaje nevado, con una hilera de
tres chopos desnudos, como líneas negras al viento.
Entre los poemas seleccionados de
Alegría (1947), destaca “Fe de vida” un autorretrato de lo perdido:
“[...] Sé que si busco una rama/no la encontraré./ Sé que si busco una mano/
que me salve del olvido/no la encontraré./ Sé que si busco al que fui/ no lo
encontraré.// Pero estoy aquí. Me muevo,/ vivo. Me llamo José/ Hierro. Alegría/
que está caída a mis pies.)/ Nada en orden. Todo roto,/ a punto de ya no
ser./Pero toco la alegría,/porque aunque todo esté muerto/ yo aún estoy vivo y
lo sé.” Igualmente, junto al poema hay una ilustración en plumilla, un
autorretrato mínimo, esquemático, esencial, testigo de esa mínima porción de
alegría que nos permite seguir viviendo.
Otro autorretrato lo hallamos
entre los versos de Quinta del 42 (1952) , en el poema “Una tarde
cualquiera” nos dice: “Yo, José Hierro, un hombre/ que se da por vencido/ sin
luchar. (A la espalda/ llevaba un cesto, henchido/ de los más prodigiosos
secretos.Y cumplido, / el futuro, aguardándome/ como la hoz al trigo.)/ Mudo,
esta tarde, oyendo/ caer la lluvia, he visto/ desvanecerse todo,/ quedar todo
vacío./ Una desgana súbita/ de vivir. (“Toma, hijo,/ enhébrame la aguja”, dice
mi madre.)”. La abundancia de la
introspección también pictórica es patente, sobre todo en los poemas “Remordimiento”, “Las nubes” o “Lo efímero”
de Cuanto sé de mí (1957).
Las imágenes marinas tan
presentes en sus palabras sirven de telón de fondo también a sus acuarelas,
como la que se dibuja en el poema “Vida” de Cuaderno de Nueva York (1998).
Antonia Huerta Sánchez, profesora de Ámbito Lingüístico-Social, IES GUADIANA
jueves, 17 de enero de 2019
Esta
novela es un relato fascinante de misterios y secretos, teatro y farsa, de un
asesinato y de un amor imperecedero.
Durante
un caluroso día de verano en 1959, mientras su familia se va de picnic al
arroyo cercano a la granja de su familia, la adolescente Laurel se esconde en
la casa del árbol de su infancia, fantaseando con un muchacho, una huida a
Londres y un futuro grandioso que aguarda con impaciencia. Sin embargo, antes
de que acabe la tarde, Laurel presenciarán un crimen aterrador que lo cambiará
todo.
En
2011, siendo ya una actriz célebre, Laurel se ve abrumada por las sombras de su
pasado. Acechada por los recuerdos y el misterio de lo que vio ese día, vuelve
al hogar familiar y comienza a desenmarañar cada rincón de su memoria en busca
de aquella historia. Una historia, de tres desconocidos procedentes de mundos
muy distintos, que coinciden el Londres de los años de la Segunda Guerra Mundial
y cuyas vidas quedarán unidas de forma funesta e inexorable.
Consolación López-Díaz Tello, profesora de Biología del IES Guadiana, Villarrubia de los Ojos.
Quien mató a
Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia
policiaca.
Se trata de
una novela de suspense en tres tiempos (1975, 1998 y 2008) acerca del asesinato
de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008,
Marcus Goldman, un joven escritor, tras la publicación de su primer libro sufre
la “crisis de la página en blanco”. Para superar esta crisis decide visitar a
Harry Quebert, su antiguo profesor de la Universidad, y uno de los autores más
leídos y respetados de America, a pesar de haber escrito solamente una novela.
Y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después,
Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola
Enterrado en su jardín.
Marcus
comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca
demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad
solo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
Consolación López-Díaz Tello, Profesora de Biología del IES Guadiana, Villarrubia de los Ojos.
LAS
LÁGRIMAS DE SHIVA
Esta novela del escritor barcelonés César Mallorquí es entretenida, fresca
y divertida. Las lágrimas de Shiva es una buena elección para un
lector adolescente, pero también para el público adulto que quiera revivir el
placer de la inexperiencia y la confusión que se siente al entrar en el mundo
adulto, o que quiera evocar, con una sonrisa, lo que es tener las mejillas
azoradas y el corazón desbocado por sentimientos tan desconocidos como
incontrolables.
Cuando Javier descubre que tiene que pasar el verano en casa de sus cuatro
primas en Santander, entra en pánico. Acaba de cumplir quince años y las
mujeres le dan terror. Ni siquiera la envidia del salido de su hermano mayor
hace que sus perspectivas mejoren. Lo único que lo anima es que, ese julio de
1969, el Apolo 11 cumplirá con su misión espacial y la televisión retransmitirá
la llegada del hombre a la luna. Un gran acontecimiento, aunque ni de lejos el
más importante ni asombroso de todos los que vivirá Javier ese verano: recibirá
la visita de un fantasma, resolverá un oscuro misterio familiar, sufrirá su
primera resaca y se enamorará por primera vez.
La dictadura franquista y la Guerra Fría son los dos telones de fondo en
los que se enmarca la historia, y de vez en cuando salpican la trama mostrando
al lector qué implicaba ser un adolescente en la España de Franco: tanto desde
el punto de vista de Javier, apasionado por el desarrollo tecnológico y
cultural que poseen en otros países; como desde el de Margarita, una joven
revolucionaria, comunista y rabiosa por conseguir la libertad que la dictadura
le niega.
Un misterioso secreto familiar, una joya y una mujer desaparecidas, un amor
imposible debido a dos familias enfrentadas (sí, como en Romeo y
Julieta), la perturbadora presencia de un fantasma, una verdad que sale a
la luz setenta años después… Las lágrimas de Shiva combina
aventura, fantasía, drama e intriga. Pero, sobre todo, emociones: durante su
estancia en Santander, Javier vivirá aventuras y aprenderá valiosas lecciones
como el significado de la amistad, el amor, el odio y la libertad.
El curioso incidente del perro a medianoche (Mark Haddon)
Este libro narra en primera persona, la aventura vivida por un niño de 15 años
Christopher, con Síndrome de Asperger, que vive con su padre.
A raíz de una noche, que aparece el perro de su vecina muerto, decide investigar que ha ocurrido con él y quien
ha sido el culpable. Todo esto le llevará, a descubrir una serie de secretos
familiares, que le habían sido escondidos por su padre y que conllevan a
haberle tenido engañado, con respecto a lo que le había contado su padre sobre
su madre.
Como la historia es contada por el protagonista, expresa durante
todo el relato, su peculiar forma de ver el mundo y el no compartir o no
entender determinadas cosas de él, debido al Síndrome que padece. De esta
forma, la lectura de este libro ayuda
también, a conocer cómo ven y cómo
sufren en su interior este tipo de personas: que a pesar de ser muy
inteligentes (a Christopher en particular le encantan las matemáticas,
herramienta que utiliza para resolver el misterio del perro y de todo lo que le
oculta su padre), tienen miedos, manías,
sufren incomprensión por parte de los demás, etc... Y aún con ello, luchan por
vivir y defender su forma de ser y ver el mundo, a veces tan incomprendida por la
mayoría de las personas que viven a su
alrededor.
Carmen Sánchez-Camacho González-Tejero, profesora de matemáticas.IES GUADIANA.
jueves, 10 de enero de 2019
Never give up de Lucía Bellido Serrano.
La primera vez que mi hija mayor me pidió que le comprara un libro,mi expresión fue...."auxilio, me desmayo"...¿Cuál hija? El de "la Bellido". Eeeeiiinnngg???? Queremos que los adolescentes lean, que nuestros hijos lean, pero...que sea una lectura de calidad, que les aporte experiencias, que les transporte a lugares, paisajes,...No podía perder ésta oportunidad y me puse manos a la obra.
Twitter, Pinterest,YouTube,Instagram, Musical.ly que ahora esTik Tok,...qué hace a ésta niña tan especial?Después de varios días de investigación, entendí su petición.
Comenzar el libro con el prólogo de su madre, me pareció lo mejor y el consejo que les da más! "Sed vosotros mismos y triunfaréis! A pesar de tener solamente 15 años,(como dice el anuncio de IKEA; sabemos hasta su fecha de cumpleaños) Lucía Bellido cuenta con un enorme número de seguidores en sus redes sociales y en este libro explica todas sus anécdotas más divertidas y a todo lo que se ha tenido que enfrentar para llegar hasta aquí.
También nos ofrece una serie de consejos muy prácticos para sacar el máximo partido a la red social que en estos momentos está arrasando entre los adolescentes. En estas páginas ha tratado de explicar la mejor manera de gestionar el tiempo para crear contenido y al mismo tiempo seguir estudiando, nos enseña los mejores trucos y para aquellos que apenas comienzan y para aquellos que ya tienen un nivel mucho más avanzado.
Entretenido, fácil de leer, para posit-tear, tener a mano, y para ponernos al día como padres de lo que ahora provoca a nuestros hijos.
Myriam Cabezas González, Profesora de Educación Plástica y Visual , IES Guadiana, Villarrubia de los Ojos.
La ratonera, Agatha Christie.
Agatha Christie ha sido la “reina del crimen”. Dama de la
clase alta inglesa, llegó a ser la escritora más popular de relatos de
misterio. De su mano, imaginamos la vida en la Inglaterra rural y sus mansiones
aisladas, que a veces, sirven de nido de tormentosas pasiones, ambiciones
desmedidas, pecados inconfesables y venganzas sangrientas.
La
ratonera, obra teatral en tres actos y escrita a partir del cuento
“Los tres ratones ciegos”, está
inspirado en un caso real que causó gran conmoción pública en 1945.
El título de La ratonera es muy afortunado ya que la
situación que van a vivir los huéspedes de la Casa Monkswell es la apropiada para
no poder escapar de ella debido a una
gran nevada. La casa, aislada, se convierte en una trampa mortal de la que
cualquiera de los 8 personajes reunidos allí puede ser víctima. Todo el
ambiente es macabro y la tonalidad siniestra que va adquiriendo a medida que
avanza la obra, nos anuncia la tragedia que se cierne sobre la mansión
Monkswell.
Esta obra teatral se estrenó en 1952 en Nottingham
pasando después a Londres. Se ha convertido en la obra con más representaciones
de la historia del teatro.
La acción se inicia en el salón de la casa de huéspedes
Monkswell, ya que Giles y Mollie van a recibir a sus primeros clientes, con la
noticia radiofónica que informa de un crimen cometido en Londres. Todos los
personajes que van llegando tienen algo que ocultar y todos ellos son
sospechosos. Cuando se comete el segundo crimen, esta vez dentro de la propia
casa de huéspedes, todos se miran con suspicacia y recelo porque pueden ser el
asesino y ninguno puede escapar porque todos están aislados del exterior por
una terrible tormenta de nieve. Todos parecen haber sido convocados por un
conjuro siniestro.
En la
representación teatral se pide al espectador que nadie hable del final para que
se siga manteniendo el suspense. A nuestros lectores les pido que descubran los
secretos mejor guardados de los 8 personajes que entretejen esta trama donde
todos pueden llevarnos a pensar que cada uno de ellos puede ser el asesino ya
que casi todos viven atormentados por experiencias vividas en el pasado. Todos
desconfían de todos y nadie muestra su verdadera identidad.
Descubramos el desenlace inesperado.
martes, 8 de enero de 2019
Y LUEGO GANAS TÚ.
Cinco
relatos sobre el Bullying.
Varios
autores
El título del libro que os propongo está sacado de una frase
de Ghandi: “Primero te ignoran, a
continuación se ríen de ti, después te atacan…y luego ganas tú”.
De esa frase salió el título
de este libro con cinco relatos escrito por cinco autores de los que ahora
llamamos “influencers”, personas con cierta credibilidad en este tema y que
tienen una importante presencia en las redes sociales.
El bullying es un tema de una actualidad constante. Uno de
cada cinco niños o adolescentes lo sufrirá en España a lo largo de su etapa
escolar. Todos conocemos historias de bullying, porque lo hemos visto, lo hemos
sufrido… o lo hemos provocado: insultos, rumores, amenazas, golpes…
Estas cinco historias no dejarán indiferente a nadie, todos
nos veremos reflejados en alguno o algunos de los personajes y esto nos hará
pensar sobre este tema.
Todos estos relatos tienen algo en común: animan a la persona
acosada a dar un paso adelante y denunciar los hechos en cualquier
circunstancia. Siempre habrá alguien que nos eche una mano, ya sea la familia,
los profesores o una señora desconocida como ocurre en uno de los relatos.
El mensaje más importante que debe quedarnos es que estas situaciones se pueden
prevenir y se pueden erradicar. Porque nadie debería sufrir acoso por ser quien
es.
Jesús Manuel Vallejo Gallego
Profesor de Pedagogía Terapéutica del IES Guadiana
Profesor de Pedagogía Terapéutica del IES Guadiana
Todo esto te daré ( Dolores Redondo)
Con "Todo esto te daré" me ha pasado lo que te ocurre cuando te vas a comer un magnífico helado y al probarlo descubres que no tiene azúcar. Después de leer la trilogía del Baztán que me enganchó muchísimo y me mantuvo la emoción hasta el final, esperaba otra cosa de Dolores Redondo.
En la novela finalista al Premio Planeta de 2016, Manuel, el protagonista, acaba de perder a su marido en un accidente de tráfico. Al dolor de su pérdida tiene que unir el desconcierto por no tener claro por qué se ha cerrado el caso de la muerte con tanta rapidez y el desprecio de gran parte de la familia política. En esta investigación poco ortodoxa le ayudarán un cura antiguo amigo de la familia y un ex guardia civil de carácter más bien arisco que guarda una historia poco convincente sobre su propia familia.
En resumen, una historia demasiado blanda y con desenlaces poco contundentes en la que hay muchas situaciones que no convencen.
En la novela finalista al Premio Planeta de 2016, Manuel, el protagonista, acaba de perder a su marido en un accidente de tráfico. Al dolor de su pérdida tiene que unir el desconcierto por no tener claro por qué se ha cerrado el caso de la muerte con tanta rapidez y el desprecio de gran parte de la familia política. En esta investigación poco ortodoxa le ayudarán un cura antiguo amigo de la familia y un ex guardia civil de carácter más bien arisco que guarda una historia poco convincente sobre su propia familia.
En resumen, una historia demasiado blanda y con desenlaces poco contundentes en la que hay muchas situaciones que no convencen.
Mercedes Romero Gómez (Profesora de Inglés del IES Guadiana en Villarrubia de los Ojos)
El cabo de la cuerda, de Joseph Conrad
Primero de todo, feliz 2019, el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos.
Ahora, a lo que nos ocupa:
¿Y si fueras un hombre de mar, ya en el umbral de la vejez, con tu barco, tu única fuente de riqueza y por ende tu hogar, vendido a un precio misérrimo? ¿Y si tuvieras una hija, el único afecto de tu vida, y quisieras asegurarle un futuro aunque tu pobreza no te lo permitiera? ¿Y si ya no te quedaran ánimos para comenzar de nuevo las luchas de la vida y no tuvieras más remedio que hacerlo?
Entonces no te llamarías como te llamas; tomarías el nombre del capitán Henry Whalley, protagonista de la novela corta “El cabo de la cuerda”, de Joseph Conrad (1857-1924).
¡Y sí, no me he equivocado! Sé que en la foto figura de título “Con la soga al cuello”, pero prefiero el título de las primeras traducciones de la novela, más en consonancia con el título original (The end of the tether) y la justificación del mismo en la parte final de la historia del capitán Whalley. Si usamos “Con la soga al cuello”, pensamos irrecusablemente en la desesperación vital, en largos días de tristeza y agonía, en sueños inacabados y preámbulos de pesadilla; y encima, afligiéndole al capitán Whalley un sufrimiento que no desvelaré ahora, pues es uno de los principales golpes de efecto de la novela. Aunque la historia del capitán Whalley contenga toda esta lista de desdichas, el título “El cabo de la cuerda” se refiere más bien a un momento culminante, hasta en cierto punto glorioso, que es revelado en los últimos párrafos de la novela.
El capitán Whalley amaba a Ivy, su hija, con un fervor modélico. Quiso regalarle, a costa de su sacrificio, la mejor vida posible, y por ello se embarca en una aventura por los mares orientales, comandando un barco cuyo dueño se la tenía jurada desde el primer momento. ¿Y al final qué ocurre?... No puedo decir nada más, a riesgo de romper el encanto de lo inesperado.
Joseph Conrad tiene los defectos y la grandeza de los escritores decimonónicos. Puede parecer lento y tedioso, dar la sensación de que la narración no arranca, que se explaya en descripciones y disquisiciones psicológicas superfluas. Sin embargo, el efecto de su lectura es el de la bola de nieve: al final la culminación es intensa, sorprendente, memorable.
“El cabo de la cuerda” es una de sus obras menos conocidas pero no por ello menos lograda. Merece la pena invertir unas pocas horas en su lectura.
Joseph Conrad, aunque nacido polaco, se nacionalizó británico. Entre sus producciones más conocidas se citan “El corazón de las tinieblas”, “Bajo la mirada de Occidente” y “Lord Jim”, obras que rebasan la catalogación de novelas de aventuras y que suponen auténticos estudios del alma humana, con sus grandezas y aviesidades.
¡Venga con Joseph Conrad!
Ahora, a lo que nos ocupa:
¿Y si fueras un hombre de mar, ya en el umbral de la vejez, con tu barco, tu única fuente de riqueza y por ende tu hogar, vendido a un precio misérrimo? ¿Y si tuvieras una hija, el único afecto de tu vida, y quisieras asegurarle un futuro aunque tu pobreza no te lo permitiera? ¿Y si ya no te quedaran ánimos para comenzar de nuevo las luchas de la vida y no tuvieras más remedio que hacerlo?
Entonces no te llamarías como te llamas; tomarías el nombre del capitán Henry Whalley, protagonista de la novela corta “El cabo de la cuerda”, de Joseph Conrad (1857-1924).
¡Y sí, no me he equivocado! Sé que en la foto figura de título “Con la soga al cuello”, pero prefiero el título de las primeras traducciones de la novela, más en consonancia con el título original (The end of the tether) y la justificación del mismo en la parte final de la historia del capitán Whalley. Si usamos “Con la soga al cuello”, pensamos irrecusablemente en la desesperación vital, en largos días de tristeza y agonía, en sueños inacabados y preámbulos de pesadilla; y encima, afligiéndole al capitán Whalley un sufrimiento que no desvelaré ahora, pues es uno de los principales golpes de efecto de la novela. Aunque la historia del capitán Whalley contenga toda esta lista de desdichas, el título “El cabo de la cuerda” se refiere más bien a un momento culminante, hasta en cierto punto glorioso, que es revelado en los últimos párrafos de la novela.
El capitán Whalley amaba a Ivy, su hija, con un fervor modélico. Quiso regalarle, a costa de su sacrificio, la mejor vida posible, y por ello se embarca en una aventura por los mares orientales, comandando un barco cuyo dueño se la tenía jurada desde el primer momento. ¿Y al final qué ocurre?... No puedo decir nada más, a riesgo de romper el encanto de lo inesperado.
Joseph Conrad tiene los defectos y la grandeza de los escritores decimonónicos. Puede parecer lento y tedioso, dar la sensación de que la narración no arranca, que se explaya en descripciones y disquisiciones psicológicas superfluas. Sin embargo, el efecto de su lectura es el de la bola de nieve: al final la culminación es intensa, sorprendente, memorable.
“El cabo de la cuerda” es una de sus obras menos conocidas pero no por ello menos lograda. Merece la pena invertir unas pocas horas en su lectura.
Joseph Conrad, aunque nacido polaco, se nacionalizó británico. Entre sus producciones más conocidas se citan “El corazón de las tinieblas”, “Bajo la mirada de Occidente” y “Lord Jim”, obras que rebasan la catalogación de novelas de aventuras y que suponen auténticos estudios del alma humana, con sus grandezas y aviesidades.
¡Venga con Joseph Conrad!
Julián Maestre (Física y Química).
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