lunes, 12 de mayo de 2025

V de Vendetta

 La historia de V de Vendetta, nacida de la colaboración entre Alan Moore y David Lloyd, y llevada a la gran pantalla en 2005 bajo la dirección de James McTeigue, vibra con la misma idea en su núcleo: la rebelión contra un régimen opresivo. Sin embargo, al recorrer el puente que yo ideo en mi mente, ese que une las páginas impresas con los fotogramas, es inevitable percibir cómo los matices cambian, cómo la esencia se adapta y cómo las ideas se reformulan para distintos públicos, de todas las edades y tiempos.

En el cómic, el mundo es un páramo posnuclear donde la anarquía no es solo una palabra, sino una filosofía despiadada. V es la encarnación de ese ideal: una figura enigmática, fría, casi espectral, que se niega a revelar su rostro porque él no es un hombre, sino un concepto que amamos quienes creemos en la libertad pura. Su cruzada no busca reformar el sistema, sino reducirlo a cenizas para que las personas aprendan, por fin, a caminar sin cadenas. Moore no hace concesiones: su relato es oscuro, radical y filosófico, pensado para lectores que no temen asomarse al abismo.

La película, en cambio, traduce este discurso en un lenguaje más cercano y emocional. V sigue siendo un revolucionario, sí, pero uno que sangra, que ama y que sufre. La narrativa suaviza su anarquía para convertirlo en un símbolo de resistencia democrática y libertad individual. El espectador no solo lo admira: se conmueve con él. La idea pura cede parte de su lugar al ser humano.

La transformación también alcanza a Evey Hammond. En el cómic, es una joven frágil y desamparada, lanzada a la violencia de un mundo sin piedad. Su viaje es doloroso y extremo: renace tras ser destruida. En la película, Evey es más madura desde el principio. Su evolución es menos cruel, más emocional que ideológica. De víctima a heroína, su cambio busca inspirar sin exigir tanto sacrificio.

El retrato del régimen opresivo sigue una lógica similar. En la obra original, el gobierno fascista es detallado con precisión casi quirúrgica. Cada personaje encarna un aspecto de la podredumbre del poder: el fanatismo, la hipocresía, la perversión; dejar al ser humano sin esperanza alguna. La película simplifica estos elementos para centrar la historia en sus protagonistas y en el enfrentamiento directo contra la vigilancia y la represión. El mal sigue ahí, pero su rostro es más claro y menos complejo.

En cuanto al estilo, las diferencias son palpables. El cómic es sombrío, repleto de sombras, silencios y monólogos densos cargados de referencias literarias. La película, por su parte, es más ágil y estilizada. Las explosiones, los duelos y las frases memorables se suceden en un ritmo pensado para capturar la atención de la audiencia de las redes sociales actuales, sin perder del todo la profundidad del mensaje original.

En definitiva, libro y película no se contradicen: se complementan. El primero sacude las ideas, desafía al lector y lo invita a pensar en la anarquía y la libertad absoluta. La segunda emociona, moviliza y ofrece una esperanza más digerible. Ambas son poderosas, cada una en su terreno. Leer el cómic es sumergirse en las tinieblas de la filosofía rebelde; ver la película es encender una chispa de insurrección en medio de la comodidad cotidiana.

En tiempos donde la vigilancia y la opresión cambian de rostro, V de Vendetta —en cualquiera de sus formas— sigue recordándonos que el mayor acto de rebelión es atreverse a pensar.


José Carlos Puertas. Aprendiz de rebelde.



miércoles, 7 de mayo de 2025

 


 

Inauguramos el mes de mayo con la fuerte impresión que ha producido la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril. Por tanto, es procedente sacar a colación obras literarias que involucren la elección de un nuevo papa, que se lleva a cabo por medio del célebre cónclave.

Aunque la literatura ha sido pródiga en este sentido, nos vamos a centrar en “Las sandalias del pescador”, un libro que, a mi juicio, entraña profundidad y calidad literaria. El autor es el australiano Morris West (1916-1999), dos de cuyas novelas han tenido un carácter profético: “Las sandalias del pescador”, publicada en 1963, predecía la ascensión al solio pontificio de un cardenal de la Europa del Este, como sucedería 15 años después cuando Karol Wojtyła (1920-2005) accediera al papado; y “Eminencia”, publicada en 1998, en la que se planteaba la ascensión al trono de San Pedro de un papa argentino, predicción que se cumpliría igualmente al cabo de 15 años en el caso de Jorge Bergoglio (1936-2025). Por cierto, así de pasada, hace unos años hice una reseña en este mismo blog del libro “Eminencia”. Aquí tenéis el enlace a la misma:

 

https://enelguadianaleemos.blogspot.com/search/label/Morris%20West

 

 

La novela que nos ocupa ya estaba impregnada de las cláusulas que se estaban debatiendo en el Concilio Vaticano II (1962-1965). Se postulaba una Iglesia abierta a los problemas del mundo actual, una reforma en la Curia y una actitud conciliadora entre todos los pueblos. El cardenal ucraniano Kiril Lakota, personaje principal de la novela, conoció el horror de los Gulags, los escalofriantes campos de deportación de la Unión Soviética, y eso, lejos de disminuirle su fe cristiana, le dotó de unas cualidades excepcionales para el papado. En la novela también destaca como personaje el padre Telemond, un jesuita de osadas concepciones teológicas, cuya obra estaba siendo puesta a examen por una comisión vaticana, el cual sabría granjearse el respeto y el cariño del nuevo papa.

En definitiva, nos hallamos ante una obra de hondura, de rabiosa actualidad pese a su año de publicación, obra que no sigue las líneas de la actual industria editorial, que parece que busca novelas “guionizadas” en vista a una posible adaptación cinematográfica.

“Las sandalias del pescador” fue vertida al celuloide en 1968 de la mano de Michael Anderson (1920-1918). El elenco principal es de una calidad sobresaliente: Anthony Quinn (1915-2001) interpreta de forma magistral al papa Lakota, Oskar Werner (1922-1984) al padre Telemond y Laurence Olivier (1907-1989) a Kamenev, el taimado líder soviético. La primera parte de la película es muy ilustrativa en cuanto a que muestra todas las cuestiones relativas al cónclave para la elección de un nuevo papa. Pese al tiempo transcurrido desde su estreno, la película se mantiene incólume gracias a la fuerza de su guion y a la calidad de su fotografía. Aunque estuvo nominada a los Oscar (la interpretación de Anthony Quinn bien lo merecía), no se alzó con ninguna de las preciadas estatuillas. Tan solo la música de Alex North (1910-1991) consiguió hacerse con un Globo de Oro.

Con los tiempos que corren actualmente, es una buena ocasión para releer la novela y visualizar su adaptación cinematográfica. La ficción puede anticipar la realidad.

 

 

Julián Maestre (profesor de Física y Química en el IES Guadiana).

viernes, 2 de mayo de 2025

ARSÈNE LUPIN. CABALLERO LADRÓN, MAURICE LEBLANC

 



Arsène Lupin, ladrón invisible de guante blanco, refinado, exquisito. El hombre de los mil disfraces, rostros y estrategias. Escapista y, ante todo, un caballero.

Ganimard, policía honesto, insistente, cuyo propósito en la vida es atrapar a Lupin.

El Provence, un trasatlántico rápido. Un aviso de que Lupin está en el barco y, de pronto, unas joyas robadas.

En estas circunstancias y con estos personajes comienza la historia. Todos sospechan de una única persona pero, ¿todos son quiénes dicen ser?

Cuando Ganimard aparece en escena, Lupin es detenido pero...

Arsène Lupin solo permanece en la cárcel el tiempo que le plazca y ni un minuto más”.

El Castillo Malaquis está cerrado a cal y canto y allí vive solo y aislado el barón Nathan Cahorn. Un día le llega una carta de Lupin, en la que le pide que le envíe los objetos que quiere o él mismo se los llevará. Todo esto, desde prisión... Así se van encadenando robos y conversaciones entre el detective y el ladrón y una promesa: “No estaré presente en mi juicio”.

¿Quieres descubrir el misterio de Arsène Lupin? Ya sabes lo que tienes que hacer: lee este libro (y sigue con el resto de la saga si te engancha).

Si te gustan las aventuras policíacas y conoces a Agatha Christie, ¿a qué esperas para conocer el mundo de Leblanc?

Netflix toma como punto de partido a este literario personaje para una de sus series de más éxito. Lupin tiene tres temporadas (2021-2023) y es la adaptación de las aventuras de Arsène Lupin. Esta versión está protagonizada por Omar Sy (conocido, entre otras, por la película Intocables, por el que consiguió en Francia el Premio César a mejor actor en 2012).

La serie no es una adaptación al uso, sino que trae al personaje francés a la actualidad de la mano de un personaje nuevo, Assane Diop, un ladrón que ha construido toda su fama a imagen de la de Lupin, inspirándose en las aventuras del libro para cometer sus fechorías. Desde pequeño, Diop es una gran lector de las novelas de Lupin hasta el punto de que empieza a imitar sus hazañas.

Una serie de género policíaco para toda la familia y que no defrauda: engancha desde el primer capítulo y querrás ver las tres temporadas del tirón.

                                                                                 Gema Camacho (Profesora en el IES Guadiana)

Valeria, Elísabet Benavent


 

 La saga "Valeria" de Elísabet Benavent es una serie de novelas que sigue la vida de Valeria, una joven escritora que navega por las complejidades del amor, la amistad y la búsqueda de su identidad. A lo largo de los libros, Valeria y sus amigas enfrentan diversas situaciones que reflejan las alegrías y desafíos de la vida moderna, lo que hace que muchas lectoras se sientan identificadas con sus historias.

La narrativa de Benavent es fresca y divertida, con un estilo que combina el humor y la emoción, lo que la convierte en una lectura muy amena. La autora también aborda temas como la autoaceptación, las relaciones tóxicas y el empoderamiento femenino, lo que añade profundidad a la trama.

En cuanto a la serie de Netflix, "Valeria" se basa en estos libros y ha logrado captar la esencia de las historias de Benavent. La adaptación ha sido bien recibida, ya que logra transmitir la química entre los personajes y el ambiente vibrante de la vida en Madrid. Aunque hay algunas diferencias con respecto a los libros, la serie mantiene el enfoque en la amistad y el crecimiento personal de Valeria y sus amigas.

En resumen, tanto la saga literaria como la serie de Netflix ofrecen una mirada entretenida y conmovedora sobre la vida de una mujer joven en busca de su lugar en el mundo, y ambas han resonado con un público amplio. Si te gustan las historias que combinan romance y amistad con un toque de realismo, definitivamente vale la pena explorar ambas.

                                                             Gemma García de la Mora (Profesora en el IES Guadiana)

                  

martes, 8 de abril de 2025

Dime quién soy, Julia Navarro

 


Guillermo es un periodista en paro que recibe una propuesta un tanto peculiar de su tía y que cambiará por completo su visión de la historia familiar. Será el encargado de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa y reconstruir la verdadera historia de una mujer que había quedado en el olvido.

A partir de ese momento, Amelia se convierte en la protagonista absoluta de la novela. Su vida da un giro radical cuando, poco antes de estallar la Guerra Civil española, huye del país y abandona a su marido y a su hijo para seguir a su amante. A partir de ese momento, su trayectoria será un ir y venir de aventuras y sufrimiento marcada por los cuatro hombres de su vida: el empresario español Santiago Carranza, el revolucionario francés Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max von Schumann.

No es solo una historia de amor e intriga, sino que se convierte casi en un manual de Historia: la Segunda República española, la Segunda Guerra Mundial, la caída del Muro de Berlín… una visión desde dentro de una mujer que luchará por su supervivencia y por enmendar sus errores. Pero, ¡cuidado si eres sensible! Hay momentos muy delicados y llenos de dolor (sobre todo los relacionados con el nazismo) que te harán sentir un cóctel de emociones.

Es una novela que fluye, llena de amor, intriga, espionaje y, sobre todo, unos personajes que crean un gran retrato de la historia del siglo XX. Dime quién soy es una novela que no querrás parar de leer y que te dejará con ganas de saber más sobre los acontecimientos que allí se narran.

De 2020 tenemos la adaptación de Movistar Plus+ con una miniserie de nueve episodios. Una superproducción de increíbles escenarios, momentos históricos muy bien recreados y llenos de drama y acción que no te dejarán indiferente.

                                              Gema Camacho (profesora en el IES Guadiana).

Los pilares de la Tierra

 


Los pilares de la Tierra es una novela histórica escrita por Ken Follett, publicada en 1989. La historia se desarrolla en la Inglaterra del siglo XII y gira en torno a la construcción de una catedral en la ficticia ciudad de Kingsbridge. A través de sus personajes, como el noble Tom Builder, la ambiciosa Aliena y el monje Philip, la novela explora temas de amor, ambición, traición y la lucha por el poder en un contexto medieval.

La obra ha sido adaptada en varias ocasiones, siendo una de las más destacadas la miniserie de televisión lanzada en 2010. Esta adaptación logró captar la esencia de la novela, con un enfoque visual impresionante y un elenco talentoso que dio vida a los personajes. La serie recibió críticas positivas y ayudó a introducir la historia a una nueva audiencia.

Además, Los pilares de la Tierra también se convirtió en un musical, que se estrenó a finales de 2024 en el teatro EDP de la Gran Vía madrileña. Esta adaptación musical busca transmitir la misma emoción y profundidad de la novela, utilizando la música y el teatro para contar la historia de manera innovadora e inmersiva. Aunque cada adaptación tiene su propio estilo, todas comparten el núcleo de la narrativa original de Follett, destacando la lucha humana y la perseverancia en tiempos difíciles.

En resumen, Los pilares de la Tierra es una obra rica en historia y drama, y sus adaptaciones en serie y musical han permitido que su legado perdure y llegue a diferentes públicos.

Gemma García de la Mora (profesora en el IES Guadiana)

martes, 1 de abril de 2025

Tuerto, maldito y enamorado, Rosa Huertas

 Los contenidos que vemos en tercero de la ESO son los más importantes de nuestra Literatura ¡El Siglo de Oro español! Es este periodo se unieron los más hábiles y genios en el uso de las letras. Los astros hicieron de las suyas y autores como Cervantes, Lope, Góngora, Quevedo coincidieron en tiempo e incluso espacio. Y eso, los autores de literatura juvenil lo saben y nos proporcionan obras tan interesantes como Tuerto, maldito y enamorado.

En esta obra, dos adolescentes que lidian en su día día con los problemas cotidianos propios de la edad, se ven envueltos en una misteriosa trama en la que Lope se descubre como uno de los personjes protagonistas. De este modo, Elisa y Ricardo deciden llegar hasta el final de los extraños sucesos que están ocurriendo en la biblioteca de la escuela en torno al editor de Lope de Vega.

El uso de estas obras en clase es fundamental para que los laumnos fijen en su memoria nombres de autores clásicos que no han escuchado antes y que algunos no volverán a escuchar si su entorno no se mueve entre libros, obras de teatro, corrales de comedia y representaciones. Y si se hace de manera ta ndidáctica y entretenida como lo hace Rosa Huertas mucho mejor. Si antes no han oído hablar de Lope de Vega, combinar la lectura de esta obra con las sesiones en las que se ven los rasgos y características de sus obras lleva a que se llegue al autor desde dos caminos y con ello conseguir que se fije en su memoria esta figura y no sea estraña para ellos.

La historia engancha desde el principio, desde que Elisa tiene que investigar para su hermana Carmen sobre este autor y coincide en la bilioteca con un espectro al que decide ayudar para que pueda descansar. Los sucesos que se van dando estñan muy bien hilados y el final de la historia no nos deja indiferente. 

Brígida Huete

Matar a un ruiseñor, de Harper Lee

 


Este mes de abril hablamos de una novela que ha cumplido más de seis décadas desde la fecha de su publicación. Sin embargo, en los tiempos que atravesamos, su lectura se vuelve primordial. Todavía hoy se habla de racismo, como ninguneando los avances que se han intentado hacer las últimas décadas para paliar esta lacra. El racismo es un fenómeno que ha acompañado siempre el discurrir de la humanidad, aunque en los dos últimos siglos ha adquirido proporciones de escándalo: la esclavitud de la raza negra, el intento de genocidio a los armenios, el holocausto a los judíos, los hechos de Ruanda y un largo etcétera.

Nelle Harper Lee (1926-2016) fue testigo de excepción, en su Alabama natal, de la discriminación y segregación que sufrían los negros en el sur de Estados Unidos. Su novela “Matar a un ruiseñor” se volvió todo un manifiesto de humanidad. Fue galardonada con el premio Pulitzer en 1961, y, a pesar de la carrera promisoria que se abría ante la autora en el mundo de la literatura, no publicó nada más en vida (si se exceptúa “Ven y pon un centinela”, precuela de “Matar a un ruiseñor”, en 2015, casi a las puertas de su muerte).

La novela es todo un canto a la vida, a la amistad, al amor fraterno en definitiva. Scout, Jem, Dill, la pandilla perfecta de amigos para los veranos. Atticus, el abogado idealista, el viudo que atesora en su alma todo un pozo de sabiduría. Y Boo Radley, el héroe anónimo, el insociable que es capaz de amar de lejos a unos niños, dando un mentís a quienes lo consideraban poco menos que una fiera enjaulada. La historia habla de amor y de la injusticia que se sufría por tener el color de piel diferente.

Recuerdo que este libro fue uno de los últimos regalos que me hizo mi hermana antes de morir. Como tenía un apreciable número de páginas, esperé al verano para leerlo. Lo leí teniendo yo la juventud de los protagonistas y la tristeza de haber perdido a mi hermana. Recuerdo que en muchos pasajes de la novela se me enrasaban los ojos en lágrimas. Para mí esa lectura era la vida verdadera, en contraste con la tristeza que se vivía en mi casa. El libro me enseñó la magia de la vida, la urdimbre de alegrías y tristezas a que se ha de enfrentar todo ser humano. Aprendí sobre todo, y lo agradezco sinceramente, a no despreciar a nadie por su condición de raza y religión. Todos los seres humanos tenemos una herencia común, y Cristo nos la mostró. Harper Lee lo sabía bien, y supo reflejarlo de un modo admirable en su novela.

Ya dije en una ocasión que no suele ser habitual hacer de una buena novela una buena película. Pues en este caso nos encontramos con otra excepción a la regla. Robert Mulligan (1925-2008) supo llevar con acierto al celuloide la historia contada por Harper Lee. La película ganó tres Oscar en 1962, de los ocho a los que fue nominada. Gregory Peck (1916-2003) nos regaló la mejor interpretación de su carrera, en el papel de Atticus Finch. El blanco y negro aporta una atmósfera especial a la película, aderezada con la magistral banda sonora de Elmer Bernstein (1922-2004).

Tendría que mencionar muchas escenas de la película, pero me quedaré con los momentos de complicidad de Scout (alter ego de la propia Harper Lee) y Boo Radley, ya casi al final de la película. Ambos papeles fueron interpretados por Mary Badham (1952) y Robert Duvall (1931), respectivamente.

Vi la película en 1983, antes de leer la novela tres años más tarde, y la huella que me dejó fue imborrable.

Los libros y el cine nos pueden ayudar a mejorar como personas, y he aquí la deuda que tengo contraída con la historia que salió de la mente de Harper Lee, toda una mujer adelantada a su tiempo.

 

 

Julián Maestre (profesor de Física y Química en el IES Guadiana). 


lunes, 31 de marzo de 2025

Guerra y Paz: Del papel a la pantalla

Hace ya muchos años, mi abuelo solía hablarme de lo que él llamaba la "Madre Rusia". Mi abuelo, que combatió en las montañas del Cáucaso, que luchó durante gran parte de su vida y que tuvo un perro llamado Trotski por afinidad con los dirigentes de aquel país. Mi otro abuelo, en cambio, estaba en el bando contrario, y en casa nunca faltaron animados debates que, a veces, había que cortar a tiempo para que no fueran a más.

Años después, comencé a interesarme por la literatura de ese remoto país y desarrollé una gran afición por Dostoievski, Gorki y, sobre todo, por mi favorito: León Tolstói. Mi husky siberiano, al que más he querido en toda mi vida, se llamó así. Y los siguientes huskies que tuve recibieron el nombre de algún personaje de las obras de este autor.

Este curso, charlando con mi compañero Julián sobre el grupo de trabajo de lectura, no sé muy bien cómo terminé metido en el reto de recrear alguna de las obras de estos grandes literatos rusos y explorar cómo han sido llevadas a la pantalla. He llegado justo a tiempo, perdiendo horas de sueño, pero aquí está mi reseña.

Guerra y Paz, de León Tolstói, es una de las grandes cumbres de la literatura universal. Publicada en 1869, esta colosal novela no solo retrata la invasión napoleónica de Rusia, sino que también plantea profundas reflexiones sobre la historia, el destino y la condición humana. Con cientos de personajes y una estructura ambiciosa, Tolstói entrelaza los acontecimientos históricos con la vida cotidiana de varias familias aristocráticas, logrando una visión compleja y conmovedora de una época convulsa.

A lo largo de sus más de mil páginas, la obra da vida a figuras inolvidables como Pierre Bezukhov, el príncipe Andréi Bolkonsky y Natasha Rostova, cuyas vidas nos sumergen en un mundo de emociones, dilemas filosóficos y transformación personal. No se trata solo de una novela bélica o romántica, sino de un análisis profundo del ser humano.

En 1956, Hollywood se atrevió a adaptar esta obra monumental bajo la dirección de King Vidor. Con un reparto encabezado por Audrey Hepburn, Henry Fonda y Mel Ferrer, la película intentó condensar la complejidad de Tolstói en apenas 208 minutos. El resultado fue una versión visualmente impactante, rodada en Italia, que puso el foco en el componente romántico y dramático, dejando de lado parte de la densidad filosófica del texto original.

Audrey Hepburn ofrece una interpretación encantadora como Natasha, aunque la evolución del personaje se presenta de forma algo suavizada respecto a la novela. Henry Fonda, pese a su calidad interpretativa, no termina de capturar el conflicto interior de Pierre, un personaje mucho más introspectivo en el libro.

Uno de los grandes aciertos de la adaptación es su puesta en escena: las batallas, el vestuario y los escenarios recrean de forma fastuosa la Rusia del siglo XIX. Sin embargo, frente a la versión soviética de Serguéi Bondarchuk (1966-1967), más fiel y extensa, la película de Vidor resulta más ligera y melodramática, con un enfoque claramente hollywoodiense.

Aun así, para quienes se inician en el universo tolstoiano o desean una primera aproximación a Guerra y Paz, esta adaptación es una opción interesante. Ofrece una lectura visual atractiva de la historia, aunque simplificada.

En mi caso, esta novela no es solo una lectura, sino parte de mi historia. Desde los relatos de mis abuelos hasta los nombres de mis perros, Rusia y Tolstói me han acompañado desde niño. Ver una obra como esta en pantalla no sustituye la experiencia de leerla, pero sí la complementa. Porque, al final, Guerra y Paz no es solo una historia sobre el pasado. Es una pregunta constante sobre quiénes somos, hacia dónde vamos… y por qué.

José Carlos Puertas
Aprendiz de nómada




viernes, 7 de marzo de 2025

Invisible, Eloy Moreno

 



Invisible de Eloy Moreno es una novela que aborda temas como la invisibilidad social, la soledad y la lucha interna de quienes sienten que no encajan en las expectativas del entorno. El protagonista, un joven que sufre de ansiedad y depresión, se enfrenta a la presión de las normas sociales, las expectativas familiares y la necesidad de cumplir con los estándares de éxito. A lo largo de la obra, se exploran sus emociones y su conflicto con la sensación de no ser visto ni comprendido, lo que lo lleva a un proceso de autodescubrimiento.

La historia también resalta las dificultades de los adolescentes al navegar por su identidad en un mundo donde la apariencia y el rendimiento suelen ser los factores más valorados, generando una desconexión emocional con el resto de la sociedad.

En cuanto a su relación con la serie de Netflix Invisible, esta es una adaptación que lleva la esencia de la novela a la pantalla, pero con algunas diferencias en el enfoque. La serie mantiene el tema central de la invisibilidad social, pero adapta la narrativa para explorar más a fondo las complejidades emocionales de los personajes, particularmente en el contexto juvenil y contemporáneo. La adaptación profundiza en cómo los jóvenes se enfrentan a las presiones del mundo moderno, haciendo un paralelo entre la ansiedad, el aislamiento y la búsqueda de sentido que ya se muestra en el libro.

Ambos, el libro y la serie, se complementan en su propósito de dar visibilidad a los problemas emocionales y psicológicos que muchas veces se pasan por alto, invitando a la reflexión sobre el impacto de las expectativas sociales en la salud mental de los individuos.

Gemma García de la Mora Álvarez (Profesora de Lengua y Literatura en el IES Guadiana)


miércoles, 5 de marzo de 2025

Bodas de sangre, Federico García Lorca

 





Una boda. Preparativos, familiares, flores… Un novio ilusionado. Una novia nerviosa. Antiguos dramas familiares que salen a relucir ante la tensión del momento. Todo preparado para el gran momento. Nada puede salir mal. ¿Nada?

Un caballo que galopa. Un ex amor que regresa.

Porque yo quise olvidar y puse un muro de piedra entre tu casa y la mía. […] Pero montaba a caballo y el caballo iba a tu puerta”

Y, de repente, todo patas arriba. Una huida, remordimientos, ¿arrepentimiento?

Que yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra”.

Los instintos más elementales afloran y se olvidan de las apariencias y el deber. Solo están ellos dos y esa pasión incontrolada.

La obra teatral de García Lorca está impregnada de su esencia de principio a fin: símbolos, poesía y, como siempre, el protagonismo indiscutible de la mujer en constante lucha contra el deber y el deseo. “Ay, qué sinrazón!”

No se puede decir más. Hay que leerla.

La novia es la adaptación cinematográfica de la obra teatral, dirigida por Paula Ortiz en 2015. Una extraordinaria película nominada a doce Premios Goya (incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor protagonista y mejor actriz protagonista y ganadora de mejor fotografía). Una belleza visual y poética.

Enlace a la película en RTVE: https://www.rtve.es/play/videos/somos-cine/novia/6667686/