Kiera Templeton, una niña de tres años, desaparece en la cabalgata de Acción de Gracias. Una explosión de confeti es suficiente para que su padre la pierda de vista un segundo. ¿Así sin más? ¿Nadie ha visto nada? Solo encuentran unos mechones de pelo y la ropa que llevaba puesta. Mucho eco en la prensa pero sin resultados.
Años después, cuando la pequeña hubiera cumplido ocho años, sus padres reciben una cinta de vídeo con un minuto de grabación de la niña jugando y, después, solo ruido blanco en la pantalla, como nieve… Esto solo consigue aumentar el sufrimiento de unos padres desesperados. ¿O es una nueva esperanza de encontrarla al saber que sigue viva?
Miren Triggs, estudiante de periodismo, decide investigar el caso mientras lucha con sus traumas y fantasmas del pasado. ¿Logrará dar con el paradero de la niña y salir indemne?
La novela alterna la primera persona (el punto de vista de Miren) con la tercera persona del narrador que conoce todos los detalles pero que solo nos va dejando conocer pequeñas pinceladas. No sigue un orden lineal, sino que va alternando fechas, acontecimientos y personajes para mantener el suspense. (¡Cuidado no te pierdas!)
Como adaptación a esta novela, Netflix tiene una miniserie de seis episodios con bastantes cambios con respecto al libro: nombres de los protagonistas, personajes nuevos y ambientación (en la serie todo pasa en España y deja atrás el Nueva York de la obra). Para los amantes de la intriga, esta historia te hará replantearte los valores morales de la sociedad y querrás seguir leyendo hasta el final para ayudar a encontrar a la pequeña.
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