martes, 8 de abril de 2025

Dime quién soy, Julia Navarro

 


Guillermo es un periodista en paro que recibe una propuesta un tanto peculiar de su tía y que cambiará por completo su visión de la historia familiar. Será el encargado de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa y reconstruir la verdadera historia de una mujer que había quedado en el olvido.

A partir de ese momento, Amelia se convierte en la protagonista absoluta de la novela. Su vida da un giro radical cuando, poco antes de estallar la Guerra Civil española, huye del país y abandona a su marido y a su hijo para seguir a su amante. A partir de ese momento, su trayectoria será un ir y venir de aventuras y sufrimiento marcada por los cuatro hombres de su vida: el empresario español Santiago Carranza, el revolucionario francés Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max von Schumann.

No es solo una historia de amor e intriga, sino que se convierte casi en un manual de Historia: la Segunda República española, la Segunda Guerra Mundial, la caída del Muro de Berlín… una visión desde dentro de una mujer que luchará por su supervivencia y por enmendar sus errores. Pero, ¡cuidado si eres sensible! Hay momentos muy delicados y llenos de dolor (sobre todo los relacionados con el nazismo) que te harán sentir un cóctel de emociones.

Es una novela que fluye, llena de amor, intriga, espionaje y, sobre todo, unos personajes que crean un gran retrato de la historia del siglo XX. Dime quién soy es una novela que no querrás parar de leer y que te dejará con ganas de saber más sobre los acontecimientos que allí se narran.

De 2020 tenemos la adaptación de Movistar Plus+ con una miniserie de nueve episodios. Una superproducción de increíbles escenarios, momentos históricos muy bien recreados y llenos de drama y acción que no te dejarán indiferente.

                                              Gema Camacho (profesora en el IES Guadiana).

Los pilares de la Tierra

 


Los pilares de la Tierra es una novela histórica escrita por Ken Follett, publicada en 1989. La historia se desarrolla en la Inglaterra del siglo XII y gira en torno a la construcción de una catedral en la ficticia ciudad de Kingsbridge. A través de sus personajes, como el noble Tom Builder, la ambiciosa Aliena y el monje Philip, la novela explora temas de amor, ambición, traición y la lucha por el poder en un contexto medieval.

La obra ha sido adaptada en varias ocasiones, siendo una de las más destacadas la miniserie de televisión lanzada en 2010. Esta adaptación logró captar la esencia de la novela, con un enfoque visual impresionante y un elenco talentoso que dio vida a los personajes. La serie recibió críticas positivas y ayudó a introducir la historia a una nueva audiencia.

Además, Los pilares de la Tierra también se convirtió en un musical, que se estrenó a finales de 2024 en el teatro EDP de la Gran Vía madrileña. Esta adaptación musical busca transmitir la misma emoción y profundidad de la novela, utilizando la música y el teatro para contar la historia de manera innovadora e inmersiva. Aunque cada adaptación tiene su propio estilo, todas comparten el núcleo de la narrativa original de Follett, destacando la lucha humana y la perseverancia en tiempos difíciles.

En resumen, Los pilares de la Tierra es una obra rica en historia y drama, y sus adaptaciones en serie y musical han permitido que su legado perdure y llegue a diferentes públicos.

Gemma García de la Mora (profesora en el IES Guadiana)

martes, 1 de abril de 2025

Tuerto, maldito y enamorado, Rosa Huertas

 Los contenidos que vemos en tercero de la ESO son los más importantes de nuestra Literatura ¡El Siglo de Oro español! Es este periodo se unieron los más hábiles y genios en el uso de las letras. Los astros hicieron de las suyas y autores como Cervantes, Lope, Góngora, Quevedo coincidieron en tiempo e incluso espacio. Y eso, los autores de literatura juvenil lo saben y nos proporcionan obras tan interesantes como Tuerto, maldito y enamorado.

En esta obra, dos adolescentes que lidian en su día día con los problemas cotidianos propios de la edad, se ven envueltos en una misteriosa trama en la que Lope se descubre como uno de los personjes protagonistas. De este modo, Elisa y Ricardo deciden llegar hasta el final de los extraños sucesos que están ocurriendo en la biblioteca de la escuela en torno al editor de Lope de Vega.

El uso de estas obras en clase es fundamental para que los laumnos fijen en su memoria nombres de autores clásicos que no han escuchado antes y que algunos no volverán a escuchar si su entorno no se mueve entre libros, obras de teatro, corrales de comedia y representaciones. Y si se hace de manera ta ndidáctica y entretenida como lo hace Rosa Huertas mucho mejor. Si antes no han oído hablar de Lope de Vega, combinar la lectura de esta obra con las sesiones en las que se ven los rasgos y características de sus obras lleva a que se llegue al autor desde dos caminos y con ello conseguir que se fije en su memoria esta figura y no sea estraña para ellos.

La historia engancha desde el principio, desde que Elisa tiene que investigar para su hermana Carmen sobre este autor y coincide en la bilioteca con un espectro al que decide ayudar para que pueda descansar. Los sucesos que se van dando estñan muy bien hilados y el final de la historia no nos deja indiferente. 

Brígida Huete

Matar a un ruiseñor, de Harper Lee

 


Este mes de abril hablamos de una novela que ha cumplido más de seis décadas desde la fecha de su publicación. Sin embargo, en los tiempos que atravesamos, su lectura se vuelve primordial. Todavía hoy se habla de racismo, como ninguneando los avances que se han intentado hacer las últimas décadas para paliar esta lacra. El racismo es un fenómeno que ha acompañado siempre el discurrir de la humanidad, aunque en los dos últimos siglos ha adquirido proporciones de escándalo: la esclavitud de la raza negra, el intento de genocidio a los armenios, el holocausto a los judíos, los hechos de Ruanda y un largo etcétera.

Nelle Harper Lee (1926-2016) fue testigo de excepción, en su Alabama natal, de la discriminación y segregación que sufrían los negros en el sur de Estados Unidos. Su novela “Matar a un ruiseñor” se volvió todo un manifiesto de humanidad. Fue galardonada con el premio Pulitzer en 1961, y, a pesar de la carrera promisoria que se abría ante la autora en el mundo de la literatura, no publicó nada más en vida (si se exceptúa “Ven y pon un centinela”, precuela de “Matar a un ruiseñor”, en 2015, casi a las puertas de su muerte).

La novela es todo un canto a la vida, a la amistad, al amor fraterno en definitiva. Scout, Jem, Dill, la pandilla perfecta de amigos para los veranos. Atticus, el abogado idealista, el viudo que atesora en su alma todo un pozo de sabiduría. Y Boo Radley, el héroe anónimo, el insociable que es capaz de amar de lejos a unos niños, dando un mentís a quienes lo consideraban poco menos que una fiera enjaulada. La historia habla de amor y de la injusticia que se sufría por tener el color de piel diferente.

Recuerdo que este libro fue uno de los últimos regalos que me hizo mi hermana antes de morir. Como tenía un apreciable número de páginas, esperé al verano para leerlo. Lo leí teniendo yo la juventud de los protagonistas y la tristeza de haber perdido a mi hermana. Recuerdo que en muchos pasajes de la novela se me enrasaban los ojos en lágrimas. Para mí esa lectura era la vida verdadera, en contraste con la tristeza que se vivía en mi casa. El libro me enseñó la magia de la vida, la urdimbre de alegrías y tristezas a que se ha de enfrentar todo ser humano. Aprendí sobre todo, y lo agradezco sinceramente, a no despreciar a nadie por su condición de raza y religión. Todos los seres humanos tenemos una herencia común, y Cristo nos la mostró. Harper Lee lo sabía bien, y supo reflejarlo de un modo admirable en su novela.

Ya dije en una ocasión que no suele ser habitual hacer de una buena novela una buena película. Pues en este caso nos encontramos con otra excepción a la regla. Robert Mulligan (1925-2008) supo llevar con acierto al celuloide la historia contada por Harper Lee. La película ganó tres Oscar en 1962, de los ocho a los que fue nominada. Gregory Peck (1916-2003) nos regaló la mejor interpretación de su carrera, en el papel de Atticus Finch. El blanco y negro aporta una atmósfera especial a la película, aderezada con la magistral banda sonora de Elmer Bernstein (1922-2004).

Tendría que mencionar muchas escenas de la película, pero me quedaré con los momentos de complicidad de Scout (alter ego de la propia Harper Lee) y Boo Radley, ya casi al final de la película. Ambos papeles fueron interpretados por Mary Badham (1952) y Robert Duvall (1931), respectivamente.

Vi la película en 1983, antes de leer la novela tres años más tarde, y la huella que me dejó fue imborrable.

Los libros y el cine nos pueden ayudar a mejorar como personas, y he aquí la deuda que tengo contraída con la historia que salió de la mente de Harper Lee, toda una mujer adelantada a su tiempo.

 

 

Julián Maestre (profesor de Física y Química en el IES Guadiana).