lunes, 13 de febrero de 2023

Heartstopper (Alice Oseman)

 



Primero me hablaron de la serie de Netflix y, como fan declarada de las series de adolescentes, me faltó tiempo para verla. Me quedé con tantas ganas de seguir la historia que me lancé a por las novelas gráficas en las que se basa y a las que resulta muy fiel.

Frescura y ternura son dos sensaciones que le quedan a todo aquel con el que he hablado cuando accede a la historia de amor de Charlie y Nick, en el soporte que sea. Son francamente adorables. Alice Oseman transmite una visión libre de prejuicios a sus personajes, que evolucionan notablemente y que escapan a toda calificación. Charlie es un chaval homosexual al que sacaron del armario a empujones por el error de un amigo, pero que, tras una pesadilla, se encuentra cómodo con su orientación sexual y arropado por una pandilla que encandila por su apertura de mente. Nick, en cambio, está descubriéndose gracias a la amistad con Charlie. Pese a que aparecen dibujados como claros estereotipos (el chico gay enclenque y el jugador de rugby cachas), todo esto salta por los aires a medida que conocemos en profundidad a los personajes, y descubrimos inteligencia en uno y timidez e inseguridad en otro. 

La serie audiovisual encaja perfectamente con los dos primeros tomos de la novela gráfica, Dos chicos juntos (1) y Mi persona favorita (2). He llegado hasta el tomo 3, Un paso adelante, que muestra cómo los chicos necesitan hacer pública su relación pero temen las consecuencias.

El cómic es claramente una apuesta por la diversidad sexual, desde el más claro respeto, y solo por ello merece la pena ser considerado una herramienta imprescindible en las aulas de Secundaria. La imagen y el lenguaje que emplea Oseman conectan perfectamente con adolescentes, que últimamente vuelven a estar muy interesados en la novela romántica (más ellas que ellos, parece ser).

Pero hay otra razón fundamental: Nick y Charlie, pese a su juventud, muestran una relación sana. En una época en la que el amor romántico sigue empujando al sufrimiento y la desigualdad, y en la que las relaciones se pornifican, la claridad mental, la madurez y la comunicación que existe entre ambos es un ejemplo perfecto de cómo debería ser una relación que está empezando entre personas que están despertando a la vida, al afecto y al sexo. Estamos faltos de modelos que abanderen la ternura, el diálogo y el respeto y por ello Heartstopper es un soplo de aire fresco.

Ya mismo empiezo el tomo 4...


Patricia Vera García, profesora de Lengua castellana y Literatura del IES Guadiana

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