Este libro ha sido galardonado con el XL Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística en 2020.
"Para dar voz a los latidos de su corazón, el autor ha escogido el soneto en su límpida arquitectura. En sus versos resuenan la voz de san Juan de la Cruz, de santa Teresa y de la poesía religiosa barroca, mientras que en filigrana se aprecia también el eco de la meditación de los salmos que acompaña este singular salterio". Cardenal Gianfranco Ravasi.
Te necesito así, crucificado,
hombre de Dios y siervo de dolores;
Necesito tus gritos salvadores
en la cruz redentora del pecado.
Te necesito, Dios, así hermanado
con los hombres que sufren mil temores,
y preparan tu cruz, devoradores
de tu cuerpo tan débil y entregado.
Necesito la ofrenda de tu vida,
para vencer mi miedo traicionero,
y sentir el latido de tu herida.
Te necesito, sí, porque te quiero,
y aunque mi fe se aleje malherida,
me esperarás clavado en tu madero.
Don Juan Antonio Ruiz Rodrigo, natural de Bolaños de Calatrava, inició su andadura parroquial en Campo de Criptana, se licenció en Biblia y completó su formación en Roma con el doctorado en Sagrada Escritura. Profesor de Antiguo Testamento y de Corpus Paulino. Director del Instituto español bíblico y arqueológico de Jerusalén por la Conferencia Episcopal Española y la Universidad Pontificia de Salamanca. Autor de artículos y conferencias; ha obtenido numerosos premios literarios de ámbito nacional, aunque la mayoría de su producción poética es todavía inédita.
Tuve la fortuna de que un ejemplar llegara a mis manos hace unos meses, y aunque la poesía nunca ha sido mi fuerte ni mi estilo literario predilecto, tengo que reconocer que la lectura de esta obra ha sido sencilla, fluida y dulce. Soneto tras soneto, saboreando cada verso y meditando cada estrofa he descubierto una nueva opción de lectura que recomiendo a todos desde mi más humilde criterio. Parafraseando con un toque de humor podríamos decir que "no solo de prosa vive el hombre".
Mª Soledad Rodrigo Peco
Qué sugerente. Les tengo especial cariño a los místicos.
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