martes, 8 de marzo de 2022

La pequeña Dorrit, de Charles Dickens

 



Marzo, con su celebración del Día de la Mujer, nos trae una novela única en la vida de un lector. Un clásico no muy conocido en la ingente labor literaria del autor británico Charles Dickens (1812-1870). Un libro del que, desafortunadamente, se conoce más el título que el contenido del mismo; acaso también alguna de sus adaptaciones cinematográficas. 

En mis verdes años, esta novela formaba parte de las colecciones destinadas a jóvenes lectoras, y a los chicos casi que les vedaban el acceso a su lectura. Craso error.

Me doy cuenta del bien que me habría hecho leerla en mis años mozos. Aunque no es una lectura sencilla en la versión íntegra, a cuenta de sus múltiples tramas y la peculiar arquitectura del lenguaje dickensiano, el efecto final es impresionante, nada que ver con el que producen las modernas tramas de suspense que copan el mercado editorial.

Dickens nos conduce por múltiples ambientes a cuál más pintoresco: Marsella, la cárcel de Marshalsea en Londres, la propia ciudad, la hermosa Italia… Su pluma ahonda con una precisión de cirujano en todos los estratos de la sociedad victoriana. Su sensibilidad ante la situación femenina también se adelanta a su tiempo, haciendo reivindicaciones que para la época (primera mitad del siglo XIX) resultaban punto menos que impensables.

No hagáis como yo, y no esperéis a peinar canas para disfrutar de esta maravillosa novela. Pero os lo aviso: no es un menú de comida rápida, es toda una creación primorosa a la altura de los gourmets más exigentes.

Julián Maestre (profesor de Física y Química en el IES Guadiana).


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