Conocí a Nando López, a través de
las redes sociales. Su sentido del humor y su conocimiento de la realidad de
las aulas, así como su forma de contar, me engancharon y atraparon desde el
primer momento. Poco a poco, fui descubriendo algunos títulos de sus libros y sentí
la necesidad de investigar más acerca de este profesor de secundaria, de la
especialidad de lengua castellana, Doctor Cum Laude en Filología Hispánica y
finalista del Premio Nadal 2010. La obra de este novelista y dramaturgo se
caracteriza por su amor a su trabajo, la literatura y su gran compromiso
social. Nando López trata temas de los que no solemos hablar públicamente, pero
que están ahí.
Particularmente siempre me ha
encantado leer teatro, por lo que la lectura de #malditos16 me ha parecido una experiencia
verdaderamente gratificante. Los personajes aparecen desnudos ante el lector,
solos con sus palabras, y nosotros asistimos ante un trozo de sus vidas, nos
acercamos a ellos y podemos hacer resonar sus palabras tantas veces como
queramos, imaginar sus voces y gestos o sus movimientos.
Naima, Rober, Ali o Dylan, los
protagonistas de #malditos16, podrían ser cualquiera de nuestros alumnos, cuatro
jóvenes entre quince y dieciséis años. En la obra se reúnen cinco años después
de su etapa de instituto y de su caída en un abismo. Han logrado sobrevivir a
situaciones terribles. Con el fin de ayudar a otros jóvenes como ellos en un
taller del hospital psiquiátrico en el que estuvieron, se reencuentran. Allí despertarán
los viejos fantasmas de su adolescencia. ¿Estarán preparados para ayudar a
otros jóvenes como ellos? Desde su posición de adultos parecen lejos de la
vulnerabilidad que los llevó hasta allí en su adolescencia, ¿pero realmente con
los años somos más fuertes? ¿Qué heridas subyacen en nuestra piel de adultos?
Frecuentemente, desconocemos las
cargas emocionales y los conflictos psicológicos y sociales, que están detrás
de las actitudes agresivas y las respuestas rebeldes de los adolescentes.
En #maldito16 el intento de
suicidio es el hilo narrativo principal en el que confluyen cuatro historias
diferentes y el viaje de los protagonistas hacia encontrar su lugar en el mundo
y su propia identidad. En esta obra se aborda la dificultad de los jóvenes para
encontrarse a sí mismos, tanto dentro las familias que les ha tocado en suerte,
como en los centros educativos, y en general en la sociedad en la que viven.
Recomiendo la lectura de este libro,
tanto a profesores, como a alumnos, porque, pese a la complejidad de narrar de
manera alterna dos momentos cronológicos diferentes y que puede llevar al
lector en un primer momento a perderse, una vez que logra entender esta
simultaneidad temporal en los distintos capítulos, es fácil seguir el hilo de
las diferentes historias y engancharse a la intriga de ir descubriendo los
diferentes secretos que esconden cada uno de los personajes.
El tema es duro pero la obra es fresca y ágil, de fácil lectura. Creo que nos puede hacer reflexionar sobre la realidad que hay muchas veces detrás de las aulas, más en estos momentos de actualidad que tanto se habla sobre la salud mental de los adolescentes. Pienso que es importante que estos temas dejen de ser tabús y se hablen con naturalidad, pues solamente abordándolos, se puede normalizar pedir ayuda y podrán solucionarse.
Esta obra se ha llevado con bastante éxito a las tablas. Creo que es una interesante propuesta para trabajar
en nuestras aulas mediante la lectura del texto o ¿por qué no?, llegar a representarse en algún curso.
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