martes, 30 de abril de 2019



El señor de las tinieblas (Alberto Vázquez-Figueroa, 2001)



Bruno, con tan solo 11 años, vio morir a su madre de cáncer. Hoy es un médico que se dedica en cuerpo y alma (y nunca mejor dicho) a buscar la cura de esta terrible enfermedad. Trabaja convencido  de que debe intentar evitar un sufrimiento como el suyo.
Un día, recibe la visita de un hombre que dice ser el diablo y le ofrece el secreto del remedio contra cáncer a cambio de su alma. Bruno, que se consideraba agnóstico convencido, lo considera un loco más, o alguien que le está gastando una broma pesada.
Pero, poco a poco, este desconocido, le va a ir demostrando que no es ninguna broma y que verdaderamente él es el demonio.


Bruno, que empieza a cuestionarse sus propias creencias, se encuentra ahora con un difícil dilema pero acabará aceptando. En el fondo no considera que su alma sea tan importante como para no evitar que otras personas dejen de sufrir por este motivo.
No obstante el diablo no se lo va a poner tan fácil. Para conseguir la cura deberá ir descifrando una serie de pistas.
Es un libro rápido de leer y tan apasionante que te atrapa desde el principio. No es para nada un libro religioso, ni muestra un diablo terrorífico ni malo. Muestra un Satanás como una persona más cuyo único objetivo es hacer que el resto de los mortales sean malos.
Pedro García Esteban, profesor de Educación Plástica y Visual del IES Guadiana de Villarrubia de los Ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario