miércoles, 6 de marzo de 2019


JULIA NAVARRO: Dispara, yo ya estoy muerto.

A pesar de su extensión, Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro es una novela excepcional que no aburre nada. Cuenta la historia de una familia, los Zucker, que a finales del siglo XIX, durante la última etapa zarista, perseguidos por su condición de judíos, tienen que abandonar Rusia. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación, en circunstancias tan difíciles como la Primera Guerra Mundial, el conflicto entre judíos y palestinos en entreguerras, la Segunda Guerra Mundial y la formación  del Estado de Israel. En todos esos momentos difíciles, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad muestran, además de un gran espíritu de supervivencia, la posibilidad de convivir judíos y árabes, en un territorio marcado por la intolerancia. El libro, recrea, además, la vida en ciudades tan emblemáticas como San Petersburgo, París, Toledo o Jerusalén.



Me parece un libro muy recomendable. La historia, la religión, la amistad, el amor y las lealtades se mezclan de manera magistral.Un libro que nos ayuda a entender el conflicto judío/árabe en Israel/Palestina. Trata el tema de una manera imparcial, está muy bien documentado y ayuda a conocer y comprender los dos puntos de vista, el palestino y el judío. El ejemplo de la convivencia entre las dos familias abre una puerta a la esperanza, esto es, a la convivencia entre judíos y palestinos en el mismo territorio.


Jesús Tomás Vallejo Cañadilla, profesor de Geografía e Historia en el IES Guadiana.


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