Hay libros que, sin tener una trama trepidante y de intriga, te enganchan por lo deliciosa que es su lectura. A mi me ha ocurrido leyendo a Benedetti, a Jose Luis Sampedro ... y ahora con este libro de un autor hasta ahora desconocido para mi.
La vida de Amalia ha sido dura, pero ella no ha perdido la ternura, una ternura que embriaga al lector desde el primer momento, tampoco ha perdido la ilusión que vemos colmada en la cena de nochevieja cuando por fin puede reunir a toda su familia.
Cuando un libro no solo entretiene sino que, además, te da pequeñas lecciones, sientes que su lectura ha sido maravillosa. Para mi, la experiencia de leerlo ha sido muy agradable porque, además, he podido asistir a un directo en el que el propio autor comentaba el libro explicándonos que el personaje de Amalia está íntimamente basado en su madre y que lo escribió para tenerla siempre viva cuando algún día muera. Si la lectura del libro ha sido entrañable, la charla con el autor ha sido un regalo añadido.
Aquí os dejo algunas de las frases que aparecen en el libro y que creo que son dignas de reflejar en este blog:
"Te equivocas si crees que no hacer es vivir mejor. No. No hacer es vivir menos".
"No se puede encontrar paz evitando la vida".
"Esperar lo que nunca ocurrirá es una muerte horrible".
"Pero vivir sin tener nada que esperar eso no es vivir".
"Aprender a protegerte no siempre es aprender a vivir mejor".
"No hay amaneceres violetas sin ojos que los reflejen, ni largos caminos sin pies que los recorran".
Mercedes Romero Gómez (Profesora de inglés del IES Guadiana)
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