Uno de los mejores libros de intriga que he leído, un
ambiente único situado en torno al año 510 a. C., época en la que Pitágoras es
mucho más que un matemático y con una sociedad que gira entorno a los
pitagóricos, un grupo muy influyente en todos los ambientes incluyendo la
política.
El protagonista de esta historia no es el propio Pitágoras,
sino un curioso investigador egipcio llamado Akenón, quien es llamado para
investigar el misterioso asesinato de uno de sus posibles sucesores. En base a
estas investigaciones, comienzan a aparecer unos coloridos personajes tan
espectaculares como inverosímiles que dan un vuelo enorme a la imaginación. Escenas
descritas con un detalle que provoca todo tipo de sensaciones, tanto buenas
como malas y que enganchan hasta el punto de no poder dejar de querer sabe más.
El protagonista en el término negativo es tan intrigante como
inteligente y misterioso, mueve los sucesos a su antojo y maneja a las personas
como nadie para cumplir con sus oscuros objetivos.
Otros personajes igualmente importantes son Ariadna, hija de
Pitágoras o Bóreas, el gigante sin escrúpulos, que podrían ser secundarios,
pero por sus características adquieren una importancia crucial en el desarrollo
de los hechos.
Es un libro que se lee con mucha facilidad y lo más
importante, cada capítulo es una nueva historia, un nuevo misterio a resolver,
su lectura engancha al lector de una manera increíble.
Alfonso José Padilla Navarrete, profesor de Informática del IES Guadiana
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