También
de ensayo han de nutrirse nuestros gustos lectores, no sólo de obras de
ficción. Últimamente tengo en danza varios libros, y los de ensayo ocupan cada
vez más espacio en mi tiempo de lectura.
Este
libro es de reciente edición, y su autor (Steven Pinker) ha sido acusado de
ofrecer una visión demasiado optimista del presente y del inmediato futuro.
Realmente
le ha tomado prestado el título a otro libro del famoso filósofo prusiano Immanuel
Kant (1724-1804), en cuyas páginas quedó establecido el lema de la Ilustración:
“Sapere aude” (atrévete a saber).
El
movimiento de la Ilustración se inició en Europa, precedió al del Romanticismo
y se remonta al siglo XVIII, también conocido como el siglo de las luces. En el transcurso del mismo se dio un
tremendo impulso a la cultura, surgió la más famosa enciclopedia (de mano de
los intelectuales franceses Diderot y D’Alembert) y se consideró a la razón la
principal guía en el desarrollo científico e intelectual de la humanidad.
Steven
Pinker ha tratado de resucitar estos ideales en su libro. Últimamente estamos
bombardeados de noticias catastróficas a todos los niveles: social,
medioambiental, sanitario, tecnológico... Y no se pone de manifiesto que muchos
de estos problemas están en vías de resolverse, que padecemos menos
enfermedades y, en consecuencia, vivimos más años; que tenemos asegurada la
alimentación a escala planetaria, que somos menos violentos y más tolerantes, que
utilizamos menos materiales para hacer más cosas, y que podemos tener acceso a
una forma de energía más limpia y menos peligrosa en porcentaje: la energía
nuclear (¡qué me dices!).
En
definitiva, aunque algunos de los argumentos de Steven Pinker sean discutibles,
con este libro aboga por que no pongamos en desuso nuestra capacidad de pensamiento
y no nos dejemos manipular por los que, aprovechándose de la ignorancia de sus
semejantes, intentan sembrar en nosotros el desencanto y la frustración de
vivir en los tiempos presentes… Hemos avanzado mucho como raza, a pesar de los
errores cometidos; y no debemos dejarnos llevar por prejuicios que nos quieran
imponer para tenernos dominados y amedrentados.
En el
libro, Steven Pinker apoya sus argumentos con un montón de gráficos
comparativos y citas bibliográficas.
Es lo
bueno que tiene la lectura: siempre puede aportarnos nuevas ideas o iluminar
las que ya tenemos.
Julián Maestre (Física y Química).
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